El aceite de oliva es un tipo de grasa saludable que puede apoyar muy bien la dieta de aquellas personas que están buscando bajar de peso. Este ingrediente contribuye a activar el metabolismo para quemar grasa y también aporta mayor sensación de saciedad.

Incluir aceite de oliva extra virgen en la dieta puede ayudar a retrasar o prevenir la aparición de la diabetes. Lo que el aceite de oliva hace es equilibrar los niveles de insulina en el cuerpo, por lo que reduce el riesgo de incrementar los niveles de azúcar en la sangre.

Por su alto contenido de oleocantal, el aceite de oliva actúa como un antiinflamatorio natural que puede ayudar a reducir diferentes tipos de dolencias.

El aceite de oliva es uno de los hidratantes naturales más efectivos que existen. Usado habitualmente para tratar las uñas frágiles o el cabello dañado, en la piel cumple el mismo efecto, potenciando la hidratación y ayudando a combatir la resequedad.